Israel mató al jefe máximo de Hezbollah, Hassan Nasrallah, durante un bombardeo en Beirut
Fue durante un ataque aéreo nocturno, según confirmó el Ejército. Llevaba más de 30 años al frente de la organización.
El Ejército israelí anunció horas atrás que mató al jefe de la organización terrorista Hezbollah Hassan Nasrallah en un bombardeo lanzado contra un suburbio del sur de Beirut; al mismo tiempo una fuente próxima al movimiento islamista libanés afirmó que había perdido contacto con el dirigente el viernes por la noche.
Este sábado por la mañana Hezbollah -que al principio no se expresó oficialmente- confirmó el asesinato con un comunicado. El grupo dijo que Nasrallah “se ha unido a sus compañeros mártires” y prometió que seguirá adelante con “la guerra santa contra el enemigo y en apoyo a Palestina”.
Por su parte, tras conocerse la noticia, el portavoz del Ejército israelí, Nadav Shoshani, declaró en la red social X: “Hassan Nasrallah está muerto”. Tras ello otro vocero, David Avraham, confirmó que el jefe del grupo fue “eliminado”.
Nasrallah, de 64 años, era un hombre poderoso y venerado en Líbano. La barba bajo el turbante negro que lo identificaba como clérigo musulmán chiita se volvió blanca durante sus 32 años a cargo de Hezbollah, tiempo durante el cual la convirtió en una fuerza poderosa. Hezbollah se convirtió a la vez en una organización política que tiene influencia en los esfuerzos díscolos y disfuncionales por gobernar el Líbano y con un ejército equipado con misiles balísticos.
Nasrallah vivió por décadas en la clandestinidad y apareció pocas veces en público por temor a ser asesinado.
Después de que Israel anunciara su muerte, el jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, afirmó: “No hemos agotado todos los medios de que disponemos. El mensaje es simple: sabremos alcanzar a cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel”.
El bombardeo destruyó decenas de edificios y obligó a cientos de personas a abandonar sus hogares. Poco después el movimiento chiita afirmó que disparó cohetes contra un kibutz israelí y varias posiciones militares en el norte de Israel y en respuesta “a los ataques salvajes del enemigo israelí”. En este contexto las autoridades israelíes indicaron que buscaban a inmuebles residenciales que albergan depósitos de armas del grupo, algo que el movimiento proiraní niega.
Un comunicado militar indicó que en los bombardeos murió también Ali Karake, identificado como comandante del frente sur de Hezbollah, junto con un número no especificado de otros líderes. ”Durante los 32 años de mandato de Nasrallah como secretario general del grupo fue responsable de la muerte de muchos civiles y soldados israelíes, así como de la planificación y ejecución de miles de actividades terroristas”, detalla el comunicado. ”Fue responsable de dirigir y ejecutar ataques terroristas en todo el mundo en los que murieron civiles de diversas nacionalidades. Nasralá tomaba las decisiones como líder estratégico de la organización”, añade la nota.
Además, el Ministerio de Salud libanés dio cuenta de un balance provisional de seis muertos y 91 heridos a raíz del operativo israelí, e indicó que podría agravarse dado que los bombardeos destruyeron decenas de edificios. Israel afirma que busca restablecer la seguridad en el norte del país, blanco de los disparos de Hezbollah, y permitir que decenas de miles de habitantes que tuvieron que dejar la zona puedan volver a sus hogares.
Por otro lado, el Ejército israelí anunció la movilización de más soldados reservistas ante la escalada de las tensiones con Líbano. Se activaron tres batallones de reservistas luego de que a principios de semana se enviara a otros dos al norte del país para entrenarse para una posible invasión terrestre.
“En las últimas horas, el Ejército llevó a cabo bombardeos de envergadura contra decenas de objetivos […] pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah en la región de Becá y en diferentes zonas del sur de Líbano”, se informó.
Desde el lunes, los bombardeos israelíes han dejado más de 700 muertos, mayoritariamente civiles, según el Ministerio de Salud libanés. Israel también afirmó prepararse para una eventual incursión terrestre, que sería “lo más corta posible”, según un responsable israelí de Seguridad. Los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah se intensificaron desde hace un año y ya han dejado más de 1.500 muertos, un saldo superior al provocado por la última guerra entre ambos en 2006.
El grupo terrorista libanés abrió un frente contra Israel al inicio de la guerra en Gaza desencadenada por el ataque contra Israel que su aliado, el grupo terrorista Hamas, llevó a cabo el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, el grupo libanés prometió continuar con la violencia “hasta que termine la agresión israelí”.
De las 251 personas secuestradas, 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército. En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja que ha dejado hasta el momento miles de muertos. (Agencias AP y AFP)